La verdad y la justicia el llamado y la respuesta en la filosofía de Emmanuel Levinas

Editorial Review

La búsqueda de la verdad hace parte de las principales inquietudes filosóficas de Emmanuel Levinas, pero él va a modificar nuestra manera de concebirla y de entrar en relación con ella. De una verdad óntica, en relación con la intencionalidad de la conciencia, Levinas pasará a una verdad ontológica, como principal preocupacíón del Dasein, posteriormente a una verdad metafisica, como responsabilidad por el Otro, y finalmente a una verdad "religiosa", como justicia y santidad por el Infinito. No se trata solamente de una transformación de la idea de verdad, sino de un cambio totalmente nuevo de registro que concibe de una manera nueva al sujeto y a la verdad.

El presente libro analiza la "relación" que Levinas establece entre, de una parte: la Verdad como llamado del rostro del Otro, y de otra parte: la justicia como respuesta del sujeto. Si la verdad llama, el sujeto escucha antes de responderle. Es por lo tanto primero por la dimensión de la escucha, y no por la de la visión b de la palabra, que el sujeto testimonia y se expone al Infinito. La verdad, para Levinas, no está primeramente ligada a la sabiduría (sofía) del discurso, sino al amor (filia) del sabio que me enseña: el Otro.

La Verdad habla ( el Otro que está enfrente de mí) y la justicia (yo mismo) le responde. La verdad y la justicia están ligadas porque si la primera habla la segunda le responde. Sin embargo, esta "relación" no es equilibrio, no se trata de una nueva adecuación entre el sujeto y el Otro, entre el llamado y la respuesta, ya que la verdad supera a la justicia. Combate desigual entre el Maestro que llama y el servidor que le responde (Cf. la lucha de Jacob con el "Ángel", en el libro del Génesis). La Verdad es primera, es ella la que llama y la que toma la iniciativa -contra-intencionalidad de la conciencia-, la justicia llega al final para ponerse al servicio de la llamada. Pero esta respuesta llega siempre en retardo y en deficiencia con respecto a la anterioridad y a la exigencia de la llamada. Responder al Otro (mi prójimo) es venir al mundo gracias a él, respuesta que me permite abrir los ojos y la boca para poder hablarle; la búsqueda de sentido podrá entonces comenzar.