Se ha dicho que la Historia es la maestra de la vida, eso creo especialmente de la Historia de la Teología Moral; sólo adentrándonos en la Historia de la Reflexión sobre la conducta cristiana de los creyentes de distintas épocas, lograremos comprender del todo el Cristianismo y, encontrar vertientes para nuestra vida.
Sólo el que vive su fe la conoce plenamente; los Santos Padres, los grandes teólogos y grandes personajes del Cristianismo que nos precedieron, conocieron su fe plenamente al llevarla a la práctica por sus actitudes cristianas, reflexionadas y, algunas veces, sistematizadas y escritas.
El que estudia sinceramente la Historia de la Teología Moral, despierta en su corazón un verdadero entusiasmo por el Señor Jesús. Quiera Dios que estas breves notas, hechas para ayudar a los alumnos de Licencia , Especializada de Moral, sean de utilidad de las personas que las lean, para mejor conocer y amar al Señor. Llegar a la médula del Cristianismo es, no sólo conocerlo, sino traducirlo en conducta cristiana.
Este escrito no tiene las pretensiones de un libro acabado y perfecto, se edita dentro de la colección de subsidios para los alumnos. De ellos se pide iniciativa y creatividad para recurrir a las fuentes citadas y a la lectura directa.
Se han seleccionado a los autores que parecieron más significativos para entender de conjunto la Historia de la Teología Moral; hablar de todos, sería imposible.
En varios autores se ha podido estudiar su método y reflexionar sobre las aplicaciones posibles a nuestro tiempo. En los otros autores, no se hizo, por juzgarlo casi evidente.
Uno de los objetivos más importantes es despertar la meditación y la lectura directa de estos grandes personajes del Cristianismo, ojalá que el presente libro ayude a eso.
En este primer volumen, he tomado la Historia desde los comienzos (exceptuando la Historia Bíblica por pertenecer a otra asignatura) hasta Santo Tomás que hace una magnífica sistematización y síntesis de todos los principales elementos de esta época. Para el Segundo Volumen, ya tengo aventajado el material; creo, si Dios me da licencia, pronto poderlo ofrecer.
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