La primera carta de Pablo a los tesalonicenses reviste una importancia particular por ser el primer escrito del Nuevo Testamento.
El objeto del presente libro es un par de perícopas de la carta, que tratan cuestiones escatológicas: 4, 13-18 y 5, 1-11. La primera se refiere a la suerte de los difuntos, en vistas a la parusía de nuestro Señor Jesucristo; la segunda toca el tema de la vigilancia ante lo imprevisible del Día del Señor.
Por otra parte, en 1993 la Pontificia Comisión Bíblica presentó el documento: La interpretación de la Biblia en la Iglesia. Este documento es citado constantemente en el desarrollo de este libro.
En este estudio de 1 Tes 4,13-5,11 se tienen en cuenta varios métodos: el método histórico-crítico (campo de la diacronía), y el método retórico (tanto bíblico como clásico) y sociológico (dentro de la sincronía). Al final se llega a cuestiones de teología bíblica y de hermenéutica.
El presente libro se ocupa, entonces, de una parte del primer escrito de Pablo, que aborda en particular el tema de la escatología. Con ello se empieza a conocer cuáles eran las situaciones, los intereses y las preocupaciones, no sólo de Pablo y sus compañeros, sino también de una de las primeras comunidades cristianas: la de Tesalónica.