El Munus propheticum de la Iglesia. Libro III del CIC

Todo el proceso evangelizador (ser evangelizado-y-evangelizar) está subyacente a las normas del libro III de Código de derecho canónico. Sin embargo, en la normativa sólo se subraya la dimensión activa de este proceso, es decir la función de enseñar, según la parte y la forma que le toca a cada uno en la Iglesia. Así, tienen parte en esta tarea los pastores de la Iglesia, ejerciendo el magisterio autoritativo; lo tienen también los presbíteros y los diáconos, los consagrados y los laicos. Las formas de ejercer esta función son múltiples, desde la predicación y la catequesis, hasta la edición de libros, la enseñanza teológica o la profesión de fe.

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En la economía de la salvación, la predicación del Evangelio tiene la precedencia, en el sentido de que la palabra de Dios que se anuncia es la que suscita la fe y la que convoca. La fe, a su vez, nos lleva a entrar en comunión con Dios, a través de los sacramentos y de la oración. También nos hace insertarnos en la comunidad eclesial, abrazando algún estado de vida. Finalmente, convencidos de que la Buena Nueva no puede ser aprisionada, nos convertimos en heraldos de ella, según el propio estado de vida en la Iglesia, el oficio que desempeñamos o el encargo recibido.

Por otro lado, el munus propheticum de la Iglesia implica el ciclo «ser evangelizado-y-evangelizar». Como proceso lógico, primero se es evangelizado y después uno se convierte en evangelizador. Sin embargo, llega un momento en que ambas acciones se exigen recíprocamente, es decir, quien evangeliza desea ser evangelizado, y quien es evangelizado experimenta el imperativo de evangelizar. Porque el Evangelio aparece siempre como Buena Nueva.

Todo el proceso evangelizador (ser evangelizado-y-­evangelizar) está subyacente a las normas del Libro 111 del Código de derecho canónico. Sin embargo, en la normativa sólo se subraya la dimensión activa de este proceso, es decir, la función de enseñar, según la parte y la forma que le toca a cada uno en la Iglesia. Así, tienen parte en esta tarea los pastores de la Iglesia, ejerciendo el magisterio autoritativo; lo tienen también los presbíteros y los diáconos, los consagrados y los laicos. Las formas de ejercer esta función son múltiples, desde la predicación y la catequesis, hasta la edición de libros, la enseñanza teológica o la profesión de fe.

El Libro III del Código regula esta tarea primordial de la Iglesia, destacando unos principios teológicos y jurídicos, así como distribuyendo las tareas específicas de cada fiel.
Por su parte, el presente texto constituye, básicamente, un comentario a las normas de dicho Libro del Código. Por lo cual, sigue la estructura del mismo.

El Lector podrá encontrar, además del texto de los cánones, latino y español, las fuentes de cada canon, con su respectiva referencia bibliográfica. Ello ayudará a quienes lo deseen, a profundizar más en el estudio de cada una de las normas. Además de las fuentes, tomadas del Codex Juris Canonici. Fontium annotatione et indice analytico-alphabetico auctus, auctoritate Ioannis Pauli PP. II promulgatus, se añaden otras fuentes más recientes, así como referencias provenientes de la autoridad eclesiástica, ,que pueden ayudar a una mejor comprensión y aplicación de la norma canónica.

Debido a la abundancia y a la repetición de documentos eclesiásticos citados, hemos juzgado conveniente incluir una lista exhaustiva de siglas y abreviaturas, necesarias para reconocer y manejar las fuentes mencionadas. En muchos casos, por razón de simplificación, en la misma lista se añade la referencia bibliográfica.

Al final, se anexa una bibliografía de fuentes y de literatura, distribuida según los capítulos del Libro III del Código.
Esperando que pueda ser de utilidad para la enseñanza o el aprendizaje de esta parte del Derecho canónico, entrego este texto para que sus páginas sean exploradas y asimiladas, con espíritu de fe.

Año de publicación

2005

Páginas

278

ISBN

968-5448-18-3

Author

Mario Medina Balam

Publisher

Universidad Pontificia de México

Series

Material académico

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Editorial Review

Todo el proceso evangelizador (ser evangelizado-y-evangelizar) está subyacente a las normas del libro III de Código de derecho canónico. Sin embargo, en la normativa sólo se subraya la dimensión activa de este proceso, es decir la función de enseñar, según la parte y la forma que le toca a cada uno en la Iglesia. Así, tienen parte en esta tarea los pastores de la Iglesia, ejerciendo el magisterio autoritativo; lo tienen también los presbíteros y los diáconos, los consagrados y los laicos. Las formas de ejercer esta función son múltiples, desde la predicación y la catequesis, hasta la edición de libros, la enseñanza teológica o la profesión de fe.